Maktub: estaba escrito.
- Mareniax
- 1 nov
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Me enamoré, lloré y me despedí en silencio.
Te entregué mi energía con pasión; ardí en un fuego tan intenso al consumirme entre tus brazos, pero, hoy me marcharé sin mirar atrás.
Nunca podré odiarte, porque nuestras almas estaban destinadas a entrelazarse en un punto tan vacío de nuestras vidas terrenales.
Hoy solo quedan las cenizas de nuestros besos consumados en la oscuridad, tal cual amantes devorando sus labios en un sótano; frente a un parque; en medio de la nada, con la mayor adrenalina posible ante el miedo de ser descubiertos. Aún recuerdo tu aroma impregnado en mi ropa, soltaba una pequeña sonrisa juiciosa mientras esperaba el bus por la noche.




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