top of page

Las olas del mar...

  • Mareniax
  • 7 oct
  • 1 Min. de lectura

Nunca imaginé enamorarme de aquello que temía cuando niña: el mar. Una tarde de verano mis padres me llevaron a un centro recreativo, con la finalidad de poder enseñarme a nadar. ¿Qué motivo tendría esto? Quizá notaron mi curiosidad ante aquella conchita de mar que me había sido obsequiada por mi mejor amigo de la infancia. ¿Planearían algún viaje a la playa?


Papá no era paciente, por lo tanto, mi maestro se convertiría en un verdugo. En tan pocos segundos mis pulmones estaban repletos de agua, desde ese preciso momento nunca más quise aprender a nadar. Recuerdo la primera vez pisando una playa, para entonces ya no era una niña, pero, tenía pavor al mar tan inmenso frente a mí.


No había emoción, no sentía alegría, solo existía el miedo. Durante mi último viaje decidí aventurarme en la búsqueda de una playa sin sargazo, caminé sin rumbo, hasta que encontré un lugar donde pude descansar. Al poco tiempo de disfrutar de un baño de sol, opté por despojarme de mi short, para poder adentrarme al mar poco a poco. Pedí permiso a Yemayá (la diosa del mar), buscando su aprobación para que comprendiera mi respeto ante mi caminar dentro del inmenso mar azul.


El miedo abandonó mi cuerpo, porque nuevamente pude abrazar a mi padre.


ree

 
 
 

Comentarios


bottom of page